LAS CUATRO CRUCES
Era
una fría noche en la villa de Gómara, Ariadna, Bea, Mónica y Paula cuatro
amigas muy aventureras fueron a una casa abandonada, abrieron la puerta y
debajo del felpudo había una ouija y…. solo se les ocurrió lo que nunca jamás
deberían haber hecho, ¡invocar los espíritus en el cementerio!
Para
ellas todo era un juego, se reían, bromeaban, hasta que… algo las asustó, no
tenían claro que era, pero… salieron de allí corriendo y blancas como la nieve.
Al
día siguiente no pasó nada, ninguna comentó lo ocurrido la noche anterior, y así
pasaron los días, los meses, los años hasta que…
CINCO
AÑOS DESPUÉS:
Las
cuatro amigas se fueron a dar un paseo, a mitad del paseo se encontraron cuatro
cruces con sus nombres, las cuatro empezaron a chillar recordando el día que
hicieron espiritismo hacía ya cinco años.
Entonces
decidieron volver a sus casas porque estaban muertas de miedo, pero en el
camino se les empezó a echar la noche encima, empezaron a oír a los búhos
ulular, en lo alto de los árboles y únicamente les alumbraba la tenue luz de la
luna.
Por
fin cada una llegó a su casa, fueron a contárselo a sus madres y entonces se
llevaron un susto de muerte porque cada una de las madres decía un nombre: la
madre de Ariadna solo decía Pilar, le preguntabas y únicamente repetía el
nombre de Pilar.
La
de Bea solo decía Sonia, la de Mónica Carmen y la de Paula solo decía Isabel.
Las cuatro amigas al estar tan asustadas se fueron corriendo al gimnasio del
colegio, cuando las cuatro llegaron al gimnasio cogieron unas colchonetas y
allí estaban sus madres, si se les podía llamar madres porque tenían un aspecto
irreconocible.
Salieron
de allí corriendo, tenían que buscar una explicación y una solución a eso que
habían desencadenado, sin pensarlo, hacia cinco años. ¡Tenía que haber una
explicación!
Volvieron
a la casa abandonada donde había comenzado aquella pesadilla y empezaron a
buscar información en internet sobre la historia de aquel caserón y las cuatro
cruces.
Entonces
Paula encontró la respuesta.
Las
cuatro mujeres que nombraban las madres, hacía varios siglos, habían sido cuatro
brujas que vivían en la casa abandonada y que las quemaron en la hoguera
acusadas de brujería. Sus restos los enterraron a lo largo del camino
marcándolos con cruces.
Las
cuatro niñas siguieron leyendo en Internet que las brujas solo descansarían en
paz cuando cuatro almas inocentes usaran la ouija, y así ellas poseerían cuatro
cuerpos (en este caso el de las madres). Necesitaban los cuerpos para conseguir
llegar al lugar donde estaban las cruces, este sitio fue donde quemaron a las
brujas.
Entonces
las cuatro amigas entendieron lo que estaba pasando con sus madres, las almas
de las brujas estaban dentro de ellas.
Para
conseguir sacar a los espíritus tenían que conseguir que las madres se tomaran
la poción que ellas mismas prepararon según las instrucciones que encontraron
en un viejo y polvoriento libro de conjuros.
¿Qué
harán ahora las cuatro amigas? ¿Cómo encontrarán a sus madres? ¿Conseguirán que
se tomen la poción? ¿Qué ocurrirá después?..............
CONTINUARÁ……………………
Paula
El hombre lobo
Los primos desesperados en la cabaña, encontraron unas camas
y decidieron dormir para pasar la noche rápido. Pero no podían dormir después
de haber oído el aullido del lobo.
- Samuel: ¿Tu puedes dormir?
- Daniel: No.
- Daniel: Sí, esta cama es muy incómoda.
- Samuel: ¿Vamos a intentar volver a nuestras casas?
Los primos corrieron por el bosque como si no hubiera un
mañana, porque los lobos les daban miedo. Pero se encontraron con un humano.
- Daniel: ¿Nos puede ayudar? Por favor.
-Samuel: Estamos buscando nuestras casas.
Esa justa noche había luna llena. El hombre se transformó en
un hombre lobo. Samuel y Daniel casi se desmayan, pero con valor se escondieron
detrás de un árbol.
- Samuel: Es lo que estoy pensando.
- Daniel: Creo que sí.
Cuando se fue el hombre lobo eran las 7:30 de la madrugada.
Salió el Sol y volvieron a sus casas.
Teo
LOS
MUÑECOS
Una fría tarde de invierno, llovía sin parar en el
pueblo San Lorenzo. Sonia, una niña de once años, estaba durmiendo la siesta cuando
un fuerte golpe de aire en su ventana la despertó, estaba muy hambrienta, llamó
a sus padres pero como no le contestaron decidió salir a comprar algo, ya que
en su casa no había nada que le gustara.
Se llevó un paraguas para no mojarse, pero el viento
se lo quitó de las manos, aunque ella no se rindió hasta llegar a la panadería.
Cuando llegó abrió la vieja puerta, llamó a Don Juan,
el panadero, pero nadie respondió, como estaba hambrienta no pudo aguantarse y
cogió un bollo y empezó a comerlo. De repente, escucho una voz que le susurraba,
Soniaaaaa, Soniaaaaaa. Se asustó un poco, pero pensó que el aire podía haber
hecho ese ruido y no se preocupó mucho.
Cogió el paraguas del panadero y se fue a su casa,
pero en el camino empezó a llover todavía más, el fuerte granizo y la lluvia golpeaba
las campanas del campanario de la iglesia, el ruido de la lluvia y del granizo
atrajeron a Sonia hacia la iglesia del pueblo. Allí dentro había mucha gente,
pero las luces estaban apagadas solo se veían las sombras de las personas por
las velas. Sonia les preguntaba cosas, pero nadie le respondía, era como si
estuviera en otro mundo, entonces muy asustada se fue a su casa.
Cuando llegó dijo, ¡ya estoy en casa!, nadie respondió,
pero no se preocupó porque nunca respondían, entonces fue hacia el cuarto de
sus padre, vio en la cama unos muñecos que eran idénticos a ellos y del susto
se desmayó. Cuando se despertó, se encontró tres muñecos más, uno de ellos era
su hermano Ernesto y los otros eran sus tíos. Se fue corriendo a casa de sus
abuelos, desde ese día nunca duerme por miedo a convertir a más personas en
muñecos.
Alba
Un viejo hechicero
Como todos los sábados de otoño Laura y Julia iban a coger
setas a un bosque cercano a su casa.
-Tiene pinta de que va a llover. Dijo Julia
-No te preocupes, he cogido paraguas, contestó Laura
¿De dónde sale ese humo?
-Vamos a ver
Se acercaron y vieron a un anciano con unas pintas muy raras.
El anciano estaba echando hierbas, patas de ranas y setas a un
caldero con agua hirviendo.
Las chicas se asustaron, y al salir corriendo, CRACK se rompió una rama.
-¿Quién anda ahí? Pregunta el anciano.
-Al acercarse a las chicas ellas se asustaron y empezaron a
gritar ¡aaaahhhhhh!
El hombre les dijo:
-Tranquilas ,soy Álvaro el abuelo de Marta .
Álvaro les contó que estaba cocinando sopa de ancas de rana,
que era una receta de su familia.
Las chicas regresaron a casa y contaron a sus padres la
historia del viejo hechicero, mientras comían una tortilla de champiñones y un
plato de sopa de ancas de rana.
Laia
BLOOD
En 1972, Sofía y Hugo,
estaban viendo el telediario con sus padres. En una noticia, dijeron que en el
pueblo de al lado, habían desaparecido los niños del colegio.
Al día siguiente, al cambiar de clase en el colegio, todos
salieron al pasillo. De repente, Sofía y Hugo vieron que poco a poco, se iban
apagando las luces y no quedaba nadie en los pasillos, ni en las clases…
Cuando se apagó la última luz del pasillo, vieron unos ojos
rojos y una niebla al fondo. Echaron a correr asustados.
En la salida, había un nombre pintado con sangre que decía
“Blood” así que pensaron que era el nombre del personaje del pasillo.
Pasados unos días, no aparecía ningún niño.
La madre de Sofía y Hugo, les contó que había una cabaña en el
bosque donde sucedían cosas raras cuando era pequeña. Decidieron buscarlos allí.
Horas después
encontraron la cabaña. Abrieron la puerta de una patada y allí estaban todos
los niños. Detrás encontraron a Blood.
Al darle con la luz de la linterna, Blood comenzó a derretirse
como un flan.
Así consiguieron salvar a sus amigos y se fueron a casa.
Al ir al colegio, en el muro que ya se había limpiado, volvía
a aparecer el nombre de Blood.
¿Seguía vivo?.
Daniel
No hay comentarios:
Publicar un comentario